martes, 14 de diciembre de 2010

ENRIQUE MORENTE

Enmudecieron guitarras, guitarristas y palmeros.

Callaron sones y cajas, todo se vuelve silencio.

No se escucha ya un fandango, bulería, ni alegría.

Callan tanguillos y tangos.

Silencio, tacón, respeto.

Va hacia otro sitio su arte, su voz, su poesía, sus tientos.

Llega la fiesta a lo eterno.

Aquí quedan los que lloran. Le esperan los que se fueron.

Alguien me dijo una vez que nadie muere del todo, mientras que alguien le recuerde.

Aquí quedan los flamencos, para hacer su arte eterno.

Hoy por Enrique Morente, ayer por los que ya fueron...

Es patrimonio del mundo, para siempre, su FLAMENCO.


Hasta siempre Maestro

ÍNTIMO BORRAJO

Esta noche era un regalo para mi madre. Moncho Borrajo en el teatro Amaya, y ahora he de buscar otro regalo, porque ha sido casi mas regalo mío q suyo. Jaja (¡No, jaja no!)

Toda la vida escuchando hablar en casa de Moncho y la sala Cleofás y de repente te encuentra frente a frente con el genio. Y te atrapa, te enamora. Y entiendes las risas de aquellos que ya le conocían. Y admiras al artista y escuchas y aprendes y ríes, ríes mucho. Jaja (¡No, jaja no!)

El maestro de ceremonias, orgulloso y maricón (no lo digo yo, que lo dice él) te da bofetadas de realidad. Verdades como puños en las que te reconoces, que hacen daño y provocan, al mismo tiempo una carcajada. Jaja (¡No, jaja no!)

Y después de 2 horas de hacerte reír (y llorar), de hacerte amarle y odiarle por momentos, de enamorarte con su mala leche (esto si lo digo yo), su ternura, su voz, su poesía, sus canciones, su sátira, sus gritos, sus enfados, sus risas, su inventiva, sus castañuelas... Cuando crees que ya lo tienes todo, que ya lo ha dado todo... Te sorprende, y te recalca que una Sorpresa no es una monja atada... (Ese si es suyo) Jaja (¡No, jaja no!)

Y se viste su nariz de payaso y te cuenta un cuento, un cuento triste, sobre un Marajá, un barbero y 99 monedas y entonces, por primera vez en toda la noche, el genio se equivoca.

Te dice que te ha dado 99 monedas de risas, de humor, de alegría... Y se equivoca, porque lo que ha hecho esta noche ha sido darnos la moneda numero 100, ¡¡¡esa que todos buscamos!!!

Gracias Moncho, por regalarnos algo tan intimo y, además, solidario.

Moncho volverá esta noche al teatro Amaya a recaudar fondos para su fundación.

lunes, 6 de diciembre de 2010

ORGULLO DE BARRIERA

FIN DE FIESTA BARRIERO

El viernes, el Palacio de los Deportes de Madrid se vistió de fiesta. El motivo, el fin de la gira Duermevela. Los objetivos de la noche: “hartarse” de Barrio, llenar de Barrio las reservas flamencas para aguantar la pausa que nos espera, despedir el insomnio, las noches en vela, dejar solo al poeta, para que componga los nuevos versos que volverán a ponernos un sombrero y a hacernos bailar de nuevo, dentro de un año.

La despedida no defraudó, un Madrid entregado al rock flamenco del duermevela, que por momentos volvió al flamenco rockero de los discos anteriores. Nos emocionó con sus canciones más duras, así, poniéndonos la carne de gallina nada más empezar con temas como Crónicas de un gay o Réquiem por una Magdalena. Temas que hablan del día a día de aquellos que sufren. Temas de realidad de su noveno álbum.

Pero el fin de gira es fiesta y a este gaditano le gusta la fiesta en Madrid, y Madrid se rinde a su arte, alza los sombreros al aire y se proclama, cantando todos a una, barriero. Y así, entre temas que emocionan y otros que te hacen saltar de la butaca a bailar y a cantar, entre pausas de poeta y flamenco de un coro que merece su protagonismo, se van perfilando dos horas y media de buena música y mejor ambiente.

Fuera, los controladores aéreos, el caos, los cabreos, las vacaciones de muchos truncadas por unos pocos; dentro, sólo la música, el flamenco, la fiesta, las guitarras, la ilusión de un concierto al lado de una gran amiga y barriera y el sabor agridulce que tienen las despedidas.

Le esperamos, señor José Luis, con nuevos temas, que se prometen más flamencos que rockeros de nuevo, que sabrán a El Barrio y serán El Barrio. Que supere usted el insomnio de las noches de concierto y vuelva renovado y con energía, ya sabe que los barrieros le esperamos. Mientras tanto y hasta entonces… “siga usted soñando como sueña un soñador. Duérmete poeta, duérmete, que viene el alba, que viene el alba!!”





lunes, 15 de noviembre de 2010

NUEVO NOMBRE

Pues nada, aquí está el nuevo nombre.

Agradezco las dos aportaciones de los anónimos y siento no hacerles caso, o sí... este nombre describe lo básico, quién soy y qué es esto :) y ya no suena cursi... ¿no? 


Gracias a todos

lunes, 8 de noviembre de 2010

BLOG BUSCA NOMBRE



¿Qué blog? Este, claro.

Porque después de hablar con gente que me aprecia y con otros que no me aprecian tanto, me lo han recomendado encarecidamente.

A pesar de que realizo labores en punto de cruz y estoy muy orgullosa de mi cocina, no es esta la temática de mi blog, a la que parece remiten estas cuatro palabras “EL RINCONCITO DE ESTHER”.

Este blog habla de viajes, de conciertos, de amigos, de las paridas varias que se me pasean por los dedos y de un monton de cursilerías, bueno, basta con que lo leais para que os deis cuenta…

Así que os propongo que propongáis nuevos nombres para este mi pequeño blog. ¡Y a ver qué pasa!

Gracias a todos

jueves, 28 de octubre de 2010

ABRAZOS BIEN ESPICHADOS

Ayer, la Real Academia publicaba un diccionario de americanismos…

No sé si en ese diccionario viene la palabra que últimamente me ronda la cabeza, así que voy a hacer lo que pueda por definirla yo… ABRAZO ESPICHADO

Origen: Colombia

1. Dícese de aquel abrazo que se da con el alma. De esos que te hacen sentir alguien. Un abrazo de los que te quitan la respiración. Esos que dan las amigas de verdad cuando más lo necesitas, seas del país que seas. Vengas de donde vengas.

2. Dícese de ese que te llega al alma aunque no te lo den. De ese que sólo con cerrar los ojos sientes que te dan. Es un abrazo un poco más complicado, porque suele venir acompañado de una lagrimilla (en la acepción 1 también se contempla esta modalidad pero no sucede siempre).

También puede darse la posibilidad de que lo necesites recibir. El método es el mismo, cerrar los ojos y pensar en esa colombiana linda, de mirada alegre y sonrisa permanente, fuerte y decidida, que te ayudó a seguir y te apoyó, que es parte de ti, a la que despediste sin lágrimas en los ojos porque el nudo del estómago ni siquiera te dejaba tragar, menos aún llorar… Si la visualizas, entonces sentirás, como siempre que lo necesitaste, el ABRAZO MÁS ESPICHADO DEL MUNDO.

TE QUIERO Pachita


miércoles, 20 de octubre de 2010

TARDES DE FÚTBOL

Lo poco o nada que sé de fútbol me lo debo a mi misma, quizá a mi desidia o a mi poca retentiva para memorizar alineaciones, posiciones, normativas y demás…

Lo bastante que sé de emociones, y de entre ellas concretamente las que te provoca tu equipo, lo aprendí de dos de los grandes hombres de mi vida, mi padre y mi abuelo.

Ayer, en la puerta 57, viendo ir y venir aficionados que buscaban su puerta con una mezcla de nervios e ilusión (los mismos que tenía yo) recordé mi primera tarde de fútbol en el Bernabéu, tan distinta y tan parecida a la de ayer…

Fue hace muchos años, aquellos que sepan de historia del fútbol puede que lleguen a decirme fecha exacta, hora, alineaciones, etc.… Yo sólo recuerdo algunas cosas, las suficientes para que siga considerándolo como uno de los días más especiales de mi vida.

Llegué al estadio Santiago Bernabéu con la bufanda de mi Madrid, una mochila con bocatas de jamón para 3 y un corazón infantil lleno de ilusión. Llegamos pronto, porque aquellos hombres que me llevaban cada uno de una mano temían las aglomeraciones. El Madrid jugaba contra el Real Club Deportivo Español un partido de liga. No recuerdo mucho, pero sé que en el campo calentaban Michel, Butragueño y Martín Vázquez.

Ayer, llegué en el autobús urbano 147, después de un día de trabajo más o menos largo, sin bufanda, ni mochila, ni bocatas; pero con la misma ilusión en un corazón ya no tan infantil. No llegué con tanto tiempo pero tampoco lo viví como una aglomeración inmensa. El Madrid, mi Madrid, jugaba contra el Milán un partido de Champions. Recuerdo bastante, claro, podría daros la alineación completa (del Madrid, no del Milán) pero no pretendo hacer de este post una crónica deportiva, jugaba Xabi Alonso, Pepe y Casillas entre otros muchos.

Cuando era una niña, las dimensiones del Bernabéu me superaron. Ayer, como cada una de las veces que he vuelto desde entonces, conociendo lo grande que es, volvió a impresionarme, y a hacerme sentir pequeñita.

Hace muchos años me tomé una coca cola. Ayer, una cervecita con limón.

Aquel día de mi infancia no podía parar quieta en la silla. Ayer, tampoco.

En un lejano día, cuando mi padre y mi abuelo tenían un ojo en el campo y otro puesto en la pequeña de un lado para otro (ellos y gran parte de la grada, no había muchas niñas por aquellos entonces en los partidos) el Madrid ganó 5-1.

Ayer, de risas con una amiga, con un ojo en el campo y otro en el Ingeniero en la Grada (gracias, Vito) que se sentaba delante, en una tarde de risas y nervios, el Madrid gano 2-0.

Yo no entiendo de fútbol. Entiendo sólo de emociones. Y el Madrid ayer, como aquella primera vez, me emocionó y me ilusionó.




domingo, 3 de octubre de 2010

RUIDO BY JOSÉ MERCÉ

El sábado 2 de Octubre el ruido en Madrid sonaba diferente. Era un ruido que te llegaba a los oídos y te atravesaba el alma. Uno de esos ruidos que te ponen los ojos brillantes de emoción y la piel de gallina. Un ruido flamenco, gaditano, jerezano… Un ruido de esos que da gusto oír.

La Gran Vía y su tráfico infinito, como de fiesta, nos retrasaba, y llegamos tarde a la cita con el maestro, que a las 21:07 nos recibía a oscuras en la sala 1 de Teatro Compac Gran vía, a la luz de dos simples focos que le daban aún más fuerza a una voz desgarrada y un rasgueo de guitarra de esos que piden silencio absoluto para ser oídos.

José Mercé estuvo tal y como se esperaba de él. Nos deleitó con un recital flamenco, jondo y acompasado, de los que te arrancan sonrisas, lágrimas, aplausos y muchos oles, al principio tímidos, enormes al final.

Bulerías, fandangos, alegrías de Cádiz, una versión de Al Alba que te quitaba el sentío, Ruido y Aire. La presentación de un nuevo trabajo que suena a Mercé, que sabe a Mercé, que ES puro Mercé.

José Mercé se vistió de negro para recibir a un público escaso, que no llenó el teatro, pero que no decepcionó, que estuvo a la altura del maestro. Acompañado de mucho arte en el escenario, coro, cajón y guitarra, derramó su propio arte, regalándonoslo con fuerza, con valentía, con arrojo torero. Tanto valor tuvo, que se soltó la melena y nos regaló los sentidos sin micrófono, vestido con la única fuerza de su voz, que llenó el teatro de olés y a los que allí estábamos de orgullo, el de saber que el flamenco sigue vivo.

Su música nos enseñó ayer que “Diciembre está en la calle y la primavera dentro” del teatro (de la canción Contigo, dentro de su último álbum Ruido) y que “al amanecer se le llama Aurora”, y el sábado, en Madrid, el flamenco se llamaba JOSÉ MERCE.





domingo, 2 de mayo de 2010

LAS CINTAS DE MI CAPA

Las cintas que adornan mi capa son palabras de colores derramadas. Las cintas que adornan mi capa son recuerdos del cariño que me tienen. Cintas de colores llenas de cariño, de amor, de amistad, de ternura…

Aún resuenan en mis oídos los ecos de vuestras risas, de las canciones, del cariño que me disteis, del amor que me brindais… y no sé si seré capaz de devolveros algún día un poco de todo lo que me dais.

Teneis que saber que cada una de vuestras cintas, cada uno de vosotros y vosotras, está prendido en mi corazón y jamás van a caerse, por muchos saltos y volteretas que esta tuna que es la vida me tenga preparados.

Gracias de nuevo. No me canso de daros las gracias. No me cansaré nunca.

Gracias por las risas. Gracias por el cariño. Gracias por hacerme sentir una vez más, especial.

Gracias por ser parte de mi familia. Gracias por dejarme compartir con vosotros vuestras vidas.

Os dejo aquí una cancioncilla, que espero que al menos os haga aflorar una sonrisa.

Las cintas que adornan mi capa son sinfonía de colores
Son el recuerdo de un tuno. Del amor de mis amores

www.youtube.com/watch?v=vzePl45cnTk

domingo, 25 de abril de 2010

SENTIRSE ESPECIAL

Imagina que te casas dentro de un mes…

Imagina que un viernes, al salir del trabajo, acompañas a una amiga a Chamartín…

Imagina que allí, tus amigas, esas que comparten tu día a día, que te ven llorar y reir y lloran y ríen contigo, que son más que compañeras de trabajo, que son casi tu familia; están allí, esperándote, para subirte en un tren con destino a uno de los mejores fines de semana de tu vida…

Imagina que llegas a Ávila, vestida de presidiaria, con una sonrisa de oreja a oreja y acompañada por las mejores policías del mundo…

Imagina que ríes, lloras, bebes, cantas, comes, bailas, vuelves a beber, y sigues y sigues riendo…

Imagina que te llenan de cariño, de regalos, de abrazos de esos que se dan de verdad, con el corazón. Abrazos de esos tan fuertes y sinceros que te llegan al alma…

Imagina que no lo imaginas. Imagina que es verdad. Que las personas que están frente a ti son conscientes de lo que les quieres y quieren hacerte ver lo que te quieren ellas. Imagina que escribiendo unas líneas para darles las gracias (por este fin de semana, pero sobre todo por sentir que estáis ahí día a día, incondicionalmente) se saltan las lagrimas que has estado conteniendo todo el fin de semana…

Imagina que no eres capaz de describir lo mucho que las quieres.

Imagina que de entre todas las palabras del diccionario sólo eres capaz de encontrar 3 que se acerquen a lo que sientes: GRACIAS. OS QUIERO

Si eres capaz de imaginar todo eso, entenderás porque hoy me siento especial, porque tengo un tesoro. MIS NIÑAS. MIS AMIGAS

A vosotras, a las que estuvisteis y a las que no pudisteis venir pero también estabais: os llevaré siempre en mi corazón.

martes, 30 de marzo de 2010

Te debía un regalo...

A ti, que me regalaste tantas palabras bonitas, que me has prestado tantos buenos ratos, que me has emocionado con tus líneas... A ti, que fuiste un rey Mago y me creiste uno te dejé sin visita el 5 de enero.

Ya sabes lo duro que es ser Ray Mago, mi querido amigo Melchor... Qué te voy a decir... Te tiras un montón de meses recibiendo cartas, clasificando regalos, buscando fórmulas secretas para conseguir aquello que los demás desean, buscando en los bolsillos pequeños presentes que hagan feliz a los demás... y sin preocuparnos por nosotros mismos... y después, hay que hacer resumen, ver si acertamos y lo hicimos bien y descansar, relajar el ritmo hasta el próximo trabajo.

A ti, que me has escuchado y soportado. A ti, que has creido que podría ser un buen rey mago, te debo un regalo. Y espero que te sirvan estas pocas líneas, escritas desde el corazón, llenas de ilusión y encendidas, para que las soples en el día de tu cumpleaños.

A ti, que siempre sonries, aun cuando las cosas no vengan siempre de frente. A ti, que conservas intacta la inocencia pero la escondes para que no te la estropeen los vientos de la desesperanza. A ti, que comprendes y aconsejas, que recuerdas momentos que a los demás les pasan desapercibidos. A ti, que traes tulipanes de madera para que siempre te recuerden...

A ti, querido Melchor, hoy quería hacerte un regalo. Es bastante obvio que no está muy bien envuelto, pero espero que te guste.

Sigue siendo ese rey mago, ese soñador, ese poeta... y ese niño
Un abrazo

Baltasar

miércoles, 6 de enero de 2010

Despedirse

Nunca me ha gustado decir Adiós… Adiós me parece frío, distante, duro… DEFINITIVO

No me gusta decir adiós ni siquiera cuando la despedida parece definitiva, porque dentro de mí, siento que no es tan definitiva. Que llegará un momento, en el que será a mí a quien digan adiós y yo me reencontraré con aquellos de los que un día me despedí.

Alguien dijo alguna vez, que nadie muere del todo mientras haya alguien en este mundo que le recuerde. Todos los que se van, nos dejan un hueco, un vacío en el corazón que nunca se llena, con nada, la herida va cicatrizando, el dolor lo mitigan el tiempo y las personas que siguen a tu lado, pero el vacío sigue ahí, doloroso y punzante cuando menos te lo esperas. Y tengo la confianza de que un día, cuando eres tú el que te vas y dejas un huequecito en los demás, todos los huecos de tu corazón se llenan, al reencontrarte con todos aquellos a los que perdiste. Y no te quedan huecos por los que dejas, porque sabes que algún día (esperas que lejano) os reencontrareis.

No me preguntes porque estoy tan segura, lo estoy, no hay más explicación. Algunos lo llamarán fe; otros, ingenuidad; otros, cobardía, por no ser capaz de aceptar un final… Supongo que puede tener muchos calificativos, tantos como personas, yo no lo busco, no intento explicarlo, me basta con saberlo, como sé que el día es día y la noche es noche. No lo llamo cielo, ni más allá, ni más acá, no le pongo nombre, no necesito que lo tenga.

Por eso, nunca digo adiós, prefiero decir Hasta luego, Hasta pronto, Ya nos veremos, y despedirme a mí manera, de todos aquellos que un día, se despidieron de nosotros