Enmudecieron guitarras, guitarristas y palmeros.
Callaron sones y cajas, todo se vuelve silencio.
No se escucha ya un fandango, bulería, ni alegría.
Callan tanguillos y tangos.
Silencio, tacón, respeto.
Va hacia otro sitio su arte, su voz, su poesía, sus tientos.
Llega la fiesta a lo eterno.
Aquí quedan los que lloran. Le esperan los que se fueron.
Alguien me dijo una vez que nadie muere del todo, mientras que alguien le recuerde.
Aquí quedan los flamencos, para hacer su arte eterno.
Hoy por Enrique Morente, ayer por los que ya fueron...
Es patrimonio del mundo, para siempre, su FLAMENCO.
Hasta siempre Maestro
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Que arte niña!
ResponderEliminarQue descanse el maestro, que la belleza se queda en las palabras que te enseñó.
Un besazo