miércoles, 6 de enero de 2010

Despedirse

Nunca me ha gustado decir Adiós… Adiós me parece frío, distante, duro… DEFINITIVO

No me gusta decir adiós ni siquiera cuando la despedida parece definitiva, porque dentro de mí, siento que no es tan definitiva. Que llegará un momento, en el que será a mí a quien digan adiós y yo me reencontraré con aquellos de los que un día me despedí.

Alguien dijo alguna vez, que nadie muere del todo mientras haya alguien en este mundo que le recuerde. Todos los que se van, nos dejan un hueco, un vacío en el corazón que nunca se llena, con nada, la herida va cicatrizando, el dolor lo mitigan el tiempo y las personas que siguen a tu lado, pero el vacío sigue ahí, doloroso y punzante cuando menos te lo esperas. Y tengo la confianza de que un día, cuando eres tú el que te vas y dejas un huequecito en los demás, todos los huecos de tu corazón se llenan, al reencontrarte con todos aquellos a los que perdiste. Y no te quedan huecos por los que dejas, porque sabes que algún día (esperas que lejano) os reencontrareis.

No me preguntes porque estoy tan segura, lo estoy, no hay más explicación. Algunos lo llamarán fe; otros, ingenuidad; otros, cobardía, por no ser capaz de aceptar un final… Supongo que puede tener muchos calificativos, tantos como personas, yo no lo busco, no intento explicarlo, me basta con saberlo, como sé que el día es día y la noche es noche. No lo llamo cielo, ni más allá, ni más acá, no le pongo nombre, no necesito que lo tenga.

Por eso, nunca digo adiós, prefiero decir Hasta luego, Hasta pronto, Ya nos veremos, y despedirme a mí manera, de todos aquellos que un día, se despidieron de nosotros